Para entender la crítica literaria
del siglo XX es importante conocer el hecho que la originó. Se trata del ‘giro
lingüístico’. La escuela formalista, estructuralista y post estructuralista no se entiende sin
este 'giro', aparentemente sencillo para nosotros, quienes ya nos acostumbramos a
él, pero totalmente innovador en su época.
Durante el siglo XIX, la
lingüística estudió el desarrollo de las lenguas en la Historia y su relación
entre sí, en familias. De ahí la importancia del sánscrito como una lengua
aparentemente original. Este mismo
modelo lo siguió la literatura, casos particulares de autores en la Historia, y
un libro, Odiseo, Shakespeare, Cervantes como libro original.
Había una imposibilidad de estudiar la
lengua como un objeto de estudios por su maleabilidad, sus mutaciones y su
variabilidad; una imposibilidad de metodología
y objeto de estudios. Hasta
Saussurre.
Saussure dividió el estudio de la
lengua en dos partes. La primera, la que se venía haciendo desde hacía siglos,
la llamó diacrónica, y es el estudio
de la lengua en el tiempo, sus cambios y relaciones familiares. Esta parte
tiene que ver también con el uso político que se le da a la lengua. Por ejemplo, una lengua nacional: español, en demérito de
lenguas locales que aún se siguen hablando. Otro ejemplo, el concepto dialecto, como una manera de
relegar jerárquicamente a una lengua, que no ha adquirido el status de
nacional. Una lengua
nacional es una lengua con cañones.
A parte de esta rama de la
lingüística se situaba, sin embargo, otra, que llamó sincrónica. En este caso, el objetivo era tomar una lengua removiéndola del tiempo y su contexto,
como un motor de coche que se remueve de su función natural (causar movimiento)
para estudiarla como un sistema complejo.
Una vez removida de su función
cotidiana (comunicación) estudió la partícula más pequeña, el átomo del
sistema, y obtuvo el signo. Éste, a
su vez, lo dividió en dos.
Significado: el contenido semántico del signo, es decir, lo
que comunica, evoca, transmite.
Significante: el envoltorio fonético y gráfico del significado,
el medio con el cual se comunica.
Y aquí lo importante. La relación
entre estos dos es Arbitrario y Convencional. Es decir:
·
No hay ninguna relación esencial, originaria, metafísica
entre la palabra “árbol” y el “árbol” como lo prueba, entre otras cosas, que
cada pueblo use un significante distinto para referirse a la misma cosa. Otra
prueba es que, obligados a describir un significado más complejo, digamos,
café, cada quien lo hará de manera distinta porque el simple hecho de tener un
significante “café” no nos da la esencia de “café” en la mente.
·
La relación entre significante y significado es un
acuerdo social, y por lo mismo no puede ser revertido fácilmente. Una vez que
se estableció (uso, costumbre, Academia) que “árbol” significa el “árbol” nadie
puede llamarlo, a su gusto “irbol”. Si lo hace, tendrá que crear un propio
acuerdo entre, digamos, su novia, o su familia, y así todos ellos sabrán que
“írbol” es “árbol.”
Esta teoría equivale al
descubrimiento del átomo para la lingüística, filosofía y literatura. Desde
Platón, Cratilo, se discutió si la lengua tenía una correspondencia directa, de
esencia, entre las cosas. Si era así, entonces nosotros teníamos acceso directo a un conocimiento
certero, bastaba con definir claramente las palabras y éstas nos aportarían su
significado.
Ahora sabemos que los
significantes son relativos al significado, que en muchas ocasiones lo que
creíamos un concepto fundamental, "libertad", "democracia", "justicia", son
significantes con los cuales se han realizado las peores injusticias, y lo más
interesante: se han realizando creyendo que se realizaban justicias.
·
Ejemplo: la colonia. Los conquistadores y los monjes
creían hacer un bien al convertir al cristianismo a los indígenas, para ellos
eso representaba la justicia porque implicaba que los indios irán con
ellos al cielo, serían salvados. ¡Les hacían un gran favor! Pero el
significante “justicia” para los indios era muy distinto.
Esta aportación de la lengua
estudiada como un sistema complejo, y el estudio de su partícula más pequeña,
hicieron posible el formalismo (sistemas), el estructuralismo (sistemas complejos)
y el postestructuralismo (relativismo).
Es excelentemente interesante... gracias por los apuntes Dr. Lambarry
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